¿Por qué es necesaria la igualdad de género para la transición energética?

Jul 17, 2025 | Igualdad de género, Noticias, Tecnología

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Día a día, incrementa la notoriedad del impacto positivo de incorporar políticas que reflejen las voces, las necesidades, la creatividad y la ambición de hombres y mujeres, y cómo, al implementar dichas políticas, se asegura la sostenibilidad del desarrollo económico y social, fomentado desde la academia, la sociedad, el sector público y privado, convirtiéndose en una de las aristas fundamentales para avanzar en la transición energética justa e inclusiva.

La forma en que observemos nuestro entorno es un factor clave en la creación de una visión que fundamente la transformación sostenible que haga crecer esa inclusividad. Para “atraer a todos” a la transición hacia la energía sostenible, dependemos de la innovación, las grandes inversiones, la visión a largo plazo, la planificación integrada, la coordinación intersectorial, la educación, el desarrollo de capacidades, la promoción del consumidor, el cambio de comportamiento, el intercambio de conocimientos, datos e información, y la identificación y formación de nuevas habilidades; colocando a las personas en el centro de la toma de decisiones.

Debemos atrevernos a transformar cómo convivimos, tanto dentro como fuera del sector, al momento de accionar medidas de equidad para alcanzar la igualdad en la transición energética.Entre 2019 y  2024 han surgido más de 27 organizaciones en Latinoamérica y el Caribe que fomentan el crecimiento y la inclusión de la mujer en el sector energético, lo que demuestra que la sororidad forma parte del proceso de transitar lejos de los combustibles fósiles.Sin embargo, una transición energética inclusiva debe abordar a quienes trabajan en el sector, así como a quienes requieren de acceso a las energías renovables.

La pobreza energética afecta desproporcionadamente a mujeres y niñas. Al cerrar las brechas de acceso a la electricidad y a energéticos limpios para cocinar, alcanzaremos la igualdad de género. Cuando las mujeres poseen y se benefician de usos productivos de la energía, como el trabajo remunerado o la atención sanitaria, se desencadenan oportunidades de empoderamiento económico y resiliencia, mientras se corrige la segregación laboral en el sector y se garantizan que tengan nuevos y mejores puesto de empleo. El acceso a la energía sostenible activa el empoderamiento económico de las mujeres, garantizando que obtengan la propiedad de los activos energéticos y se beneficien del uso productivo de la energía. Además, se generan empleos para ellas dentro de las cadenas de valor del sector.

El éxito de la transición justa demanda que las mujeres sean parte de la gobernanza como guías de la “democracia energética”, habilitando así la participación comunitaria en la gestión y el consumo de energía. Por ejemplo, a través de cooperativas energéticas que abren nuevos espacios para las mujeres en puestos de liderazgo y, al mismo tiempo, fomentan el acceso a una energía menos costosa y más disponible, alineada con las necesidades locales. Recordemos que el talento no tiene rostro, no tiene edad, no tiene etnia y, desde luego, no tiene género, por lo que les invito a ser habilitadores del talento y desarrollo humano, y a ponerlo al servicio de la descarbonización de la economía.

 

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