Lo que se viene para la empresa más grande del país rebasa las expectativas creadas en el sexenio pasado. La decisión de las autoridades federales va en un camino distinto a las desarrolladas en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador. De entrada, se reconoce la necesidad de tener una empresa de energía y Pemex es la apuesta.
Es evidente, hay que decirlo, que el plan de la Comisión Federal de Electricidad está, por mucho, más terminado que el presentado para Pemex en el cual las urgencias son otras. Pero, siendo realmente optimistas, de lo que nos damos cuenta es que hay, al menos, un atisbo de intentar una nueva realidad.
Curiosamente, el que desarrolló el plan de la CFE desde antes de tomar posesión en el gobierno fue Víctor Rodríguez Padilla, profesor de la UNAM y compañero de viaje de la presidenta por más de 30 años en el sector energía. Y si él trabajó tanto en este tema era porque, de alguna manera, se pensó que estaría al frente de la empresa eléctrica del Estado mexicano.
Al final, la decisión presidencial fue apostar por alguien de dentro de la CFE, Emilia Calleja, que conoce hasta las piedras de la Comisión. Electricista de segunda generación y reconocida dentro de la paraestatal, se decidió que tomara las riendas con el plan generado por Rodríguez Padilla quien, luego se sabe, empezó a barajar nombres para Pemex y los astros decidieron otra cosa. Luz Elena González se pensaba que estaría en la Secretaría de Hacienda, pero no pasó la prueba delstressfinanciero. El mercado pensó que era mala idea y terminó en la Secretaría de Energía. Fue entonces que se decidió que Rodríguez Padilla se fuera a Pemex, a pesar de su falta de ganas.

Hoy lo que se viene para el sector es lo que llaman innovación energética y producción sustentable y eso implica meter a Pemex y a la CFE a nuevas dinámicas en las que simplemente no están acostumbrados a trabajar. Lo que sabemos es que van a producir electricidad y van a usar fuentes renovables: solar, eólica y geotérmica. Hay un proyecto conjunto con la Sener, la UNAM, el IMP y el INEE para 39 campos identificados con potencial para generar 7 megavatios de energía renovable.
En el caso del hidrógeno y litio se han hecho estudios geológicos y químicos para la producción de hidrógeno natural. Por el lado del litio, van a apostar a su extracción a partir de salmueras petroleras y hasta ahora se tienen cinco campos identificados. La gran apuesta, sin embargo, es la bioturbosina, que se supone va a producirse en una planta en Tula. La producción estimada es de 145 mil litros diarios a partir de aceite comestible reciclado.
La cogeneración
El tema de Pemex y la cogeneración es un asunto que tiene muchos años pendiente y, al parecer, hasta ahora la apuesta es que se use para bajar los costos operativos usando la generación de vapor y de esta forma comprar menos energía eléctrica. Pero con las reformas que hay en el marco legal, hoy mismo Pemex tiene la posibilidad de generar electricidad y ganar dinero en un mercado que sigue creciendo a pesar de los malos resultados de la economía.
El gobierno quiere incorporar a Pemex como parte de la generación base de electricidad del Estado y que sea uno de los principales marcadores de precios en el mercado mediante la integración de la capacidad instalada actual del CPG Nuevo PEMEX al Mercado Eléctrico Mayorista, a través del aprovechamiento de sus excedentes de generación. El proyecto de Pemex Energía implica la necesaria coordinación con la CFE para desarrollar nuevas centrales de generación, cuya entrada en operación está prevista a partir del año 2030, con una capacidad conjunta superior a los 2 mil 100 megavatios.
En este sentido, lo que se tiene en el escritorio son tres proyectos de gran escala. El primero de ellos es la central de cogeneración Tula, cuya gran ventaja son las líneas de transmisión que rodean la zona que más demanda tiene el país: la zona metropolitana del Valle de México. La planta de Pemex cubriría la demanda de vapor y energía eléctrica de la refinería, incluyendo la nueva sección de aprovechamiento de residuales, con excedentes de hasta 650 megavatios, equivalentes a 5 mil 500 gigavatios hora (GWh).

El segundo proyecto es la cogeneración de Salina Cruz, que requiere la instalación de un ducto de gas y líneas de transmisión, infraestructuras que contribuirán significativamente al desarrollo económico y social de la región. El ducto permitirá la expansión y el acceso al gas natural, mientras que las líneas de transmisión brindarán soporte como carga base para el crecimiento continuo de la industria eólica local. Para este proyecto se estiman excedentes de aproximadamente 600 megavatios de potencia, equivalentes a 5 mil gigavatios hora, la mayor parte de los cuales se destinará a la transmisión hacia regiones con mayor demanda energética.
El tercer proyecto es la Cogeneración Cangrejera, con el objetivo de producir excedentes de hasta 900 megavatios, equivalentes a 7 mil 500 gigavatios por hora, mismos que están asociados con el rescate del complejo petroquímico.

